Tomado de: Los síntomas del síndrome del niño hiperregalado ALETEIA
Niños que dan poco o ningún valor a las cosas, piensan que todo es
fácil de conseguir, y no necesitan esforzarse para obtener lo que desean.
Ayudemos a nuestros hijos a que valoren y disfruten de lo que reciben
Ha pasado
la Navidad y con ella la época de dar y recibir regalos. Los verdaderos
protagonistas de esta fiesta han sido los niños a quienes, además, va dirigida
la mayoría de la publicidad. Ella es la responsable de que los niños acaben
escribiendo cartas interminables a los Reyes Magos “me pido esto, esto, y lo
otro, y además aquello….”.
Esta
situación, que se alarga durante varios días, provoca tantos focos de atención
que los niños son incapaces de concentrarse y decidir qué es lo que de verdad
quieren o mejor dicho, cuál es el regalo más esperado y que realmente les hace
ilusión.
Los Reyes
Magos dejan regalos a los niños que durante a un año han sido bondadosos,
obedientes, responsables y han esperado pacientes su llegada.
El
artículo “Niños hiperregalados, niños frustrados y sin ilusión”publicado
por Carolina García en El País habla del denominado “síndrome del niño
hiperregalado”. El niño que lo padece “es aquel que sufre ante la avalancha
de obsequios y regalos en un mismo día“, según manifiesta la doctora Marisa Navarro,
terapeuta y autora de los libros La medicina emocional y El efecto tarta.
El hecho
de recibir tantos estímulos provoca una pérdida
de concentración porque se siente sobrepasado y, al contrario de lo que se
pretende, esta situación es
frustrante y provoca que empiece con las quejas, con el típico “esto no es lo que quería”.
¿Cuándo se padece este
síndrome?
Cumpleaños
y los días de Navidad son los momentos más propicios para que los niños
sufran este síndrome ya que además de los regalos de los padres, están los de
familiares y amigos.
Hay casos
en los que el síndrome se produce de manera continua, durante todo el año.
Éstos están acostumbrados a recibir regalos sin un motivo concreto, por
puro capricho o porque los padres quieren “verles siempre contentos”.
Ello
conlleva consecuencias muy negativas ya
que durante estas fechas tan especiales, Navidad y Reyes, no pueden
conectar con este sentimiento de ilusión y magia por la esperada llegada de los
Reyes Magos.
En
ocasiones ocurre que, “como ya tienen de todo, no saben ni lo que quieren,
ni que pedir”, incide la experta.
Lo que
podemos hacer los padres es, en primer lugar, reprimir la tentación de hacerles
regalos durante todo el año y, en Navidad “ayudarles a elegir para
identificar su deseo o preferencia”.
Los padres
juegan un papel fundamental a la hora de guiar al niño cuando con entusiasmo
exclama: “quiero esto, pido esto” tras cada anuncio.
“La
ilusión en Navidad no hay que perderla y hay que explicarles que no por tener
todos los regalos del mundo van a ser más felices”, apunta la Dra. Navarro.
Una guía
elaborada por la Cátedra TMKF de Marketing y Comunicación Infantil y
Adolescente de de la
Universidad Complutense de Madrid intenta contestar a las dudas
de los padres sobre el papel de Los
niños ante la publicidad.
Según los
expertos, nuestros hijos ven una media de 22.000 anuncios anuales. Miguel
González-Durán, director de The
Modern Kids&Family asegura que “entre las medidas de
prevención a la sobresaturación de anuncios, hay que procurar que el niño no
vea los anuncios solo y los padres puedan explicarles su contenido”. Añade,
además que “los anuncios son pequeñas películas de unos 30 segundos que
entusiasman a los más pequeños de la casa”.
Consecuencias
del síndrome del niño hiperregalado
Las
consecuencias de hiperregalar a los niños son muy perjudiciales, apunta la Dra.
Navarro, “ya que se les transmiten unos valores muy negativos, como dar poco o
ningún valor a las cosas, o pensar que todo es fácil de conseguir, y que no
necesitan esforzarse para obtener lo que desean”.
La falta
de imaginación e ilusión por las cosas los convierten en personas caprichosas,
indecisas que solo dan importancia a lo material, algo que no es positivo ni
para ellos ni para las personas que forman parte de su vida.
Pautas a seguir
Muchos
psicólogos abogan por la ley de los 3 a
5 máximo regalos
- Algo
útil
- Algo
necesario
- Un
juguete
Con mucho
acierto, apunta la Dra. Navarro, “una buena idea es recibir algo
para otros niños, ya sea para algún familiar o para algún niño que
pueda necesitarlo.
Esta es una buena oportunidad para educarles en valores como saber
compartir, o la amistad, la solidaridad, la bondad, generosidad, gratitud,
empatía y muchas otras capacidades positivas”.
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