APRENDO POESÍAS

Sombra de nada
El aire me trae en la noche
susurros de fría escarcha,
bajo estrellas de mármol
y soledades de plata.

Sólo el brillo de un sueño
me acerca trémulas nanas
cuando la luna de lado
peina a oscuras las zarzas.

Naranjos y limoneros
se adentran por mi casa
retorciendo cada sueño
en los tuétanos del alma.

El aire me trae en la noche
susurros de fría escarcha,
bajo crespones azulados
y versos de porcelana.




José Manuel Tapiador
“El gato que arañó la luna”

De color calabaza


                      a Gloria Fuertes

Te acercas con tu sonrisa de puros
vistiendo pañuelo y corbata.

Me miras alrededor del mundo,
forjando mi corazón de hojalata.

Me pierdo en tus versos de niños
y busco en tus poemas mis alas.

Descubro en tu voz mi silencio.
Encuentro en tus sueños mi alma.



José Manuel Tapiador
“El gato que arañó la luna”
2004

Anochecer

    a Miguel Hernández


Suspiros.
Se acerca la noche.

Voces de piedra.
Lunas de cobre.

Salpican estrellas.
Culmina la noche.

Se enreda la yedra.
El día se rompe.




José Manuel Tapiador
“El gato que arañó la luna”
2004

El cielo, por ejemplo


                                                                            a Pablo Neruda
                    
Resulta que me olvido de mi tiempo y mi lenguaje
y mi verso y mi alegría.
Resulta que me olvido de mi voz de enamorado.
Podría pensar, no obstante,
en envolver mis ojos con papel de aluminio
o en cortar el viento con la sombra del paisaje.
Podría pensar
en retorcer los pétalos de la poesía
yendo en sueños hasta el corazón mío.


José Manuel Tapiador
“El gato que arañó la luna”
2004

El lagarto está llorando

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer su anillo de desposados.
¡Ay! su anillito de plomo,
¡ay! su anillito plomado
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!
Federico García Lorca
BALADA DEL CARACOL BLANCO
Caracoles blancos.
Los niños juegan
bajo los álamos.
El río viejecito
va muy despacio
sentándose en las sillas
verdes de los remansos.
Mi niño, ¿dónde está?
Quiere ser un caballo
¡tilín! ¡tilín! ¡tilín! Mi niño
¡qué loquillo! cantando
quiere salirse
de mi corazón cerrado.
Caracolitos chicos.
Caracoles blancos.
Federico García Lorca

Abril

El chamariz en el chopo.
-¿Y qué más? 

El chopo en el cielo azul.
- ¿Y qué más?

El cielo azul en el agua.
- ¿Y qué más?

El agua en la hojita nueva.
- ¿Y qué más?

La hojita nueva en la rosa.
- ¿Y qué más?

La rosa en mi corazón.
- ¿Y qué más? 
¡Mi corazón en el tuyo!
Autor: Juan Ramón Jiménez

Paisaje

La tarde equivocada
se vistió de frío.

Detrás de los cristales
turbios, todos los niños
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.

La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.

Autor: Federico García Lorca

Agua, ¿dónde vas?

-Agua, ¿dónde vas?  
-Riendo voy por el río 
a las orillas del mar. 
-Mar, ¿adónde vas? 
-Río arriba voy buscando 
fuente donde descansar. 
-Chopo, y tú ¿qué harás? 
-No quiero decirte nada. 
Yo..., ¡temblar! 
-¿Qué deseo, qué no deseo, 
por el río y por la mar? 
-Cuatro pájaros sin rumbo 
en el alto chopo están.


Autor: Federico García Lorca

Pegasos, lindos pegasos

Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera…
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!

Antonio Machado



RECUERDOS DE ESTE CURSO 2016/17

 Esto es lo que más nos gustó de nuestra visita al Castillo de Santa Catalina.


















VIERNES SANTO